Segunda receta de la serie, la famosa “quiche Lorraine”. Se trata de una tarta salada, hecha con masa quebrada con una guarnición de huevos batidos y panceta. El plato es originario de una provincia francesa llamada la Lorraine , en donde los duques ya comían quiche hace siglos (en los orígenes se preparaba con masa de pan).
Quiche Lorraine
Necesitamos:
- Harina de trigo (250 g )
- 1 yema
- Manteca (125 g )
- Agua (5 cucharas)
- 6 huevos
- Crema de leche (un chorro)
- Panceta (200g)
- Nuez moscada
- Sal
- Pimienta negra
Paso 1: La masa
Sacar la manteca de la heladera 15 minutos antes de empezar para que se ponga blanda, y cortarla en cubos. Tamizar la harina y formar una corona con la misma. En el medio, colocamos una pizca de sal (una cucharita de café), la yema, la manteca y el agua. Incorporamos de a poco la harina y mezclar en una masa homogénea. Amasar sin exceso para no tener algo demasiado elástico. Formar una bola, envolver en papel film, y guardar en la heladera 20 minutos.
Pasar manteca (con un pincel idealmente) en un molde para tarta de 25cm de diámetro (ojo con las asaderas tipo pizza que son muy grandes y poco ondas, es preferible invertir 15 mangos en un molde más adecuado). Echar un poco de harina en un plan de trabajo, poner también un poco sobre el rollo que van a usar para estirar la masa (si no tienen, la clásica botella de vino funciona perfectamente). Estirar en forma circular para tener un disco de masa ancho como el diámetro del molde, más los bordes. Acomodar la masa en el molde y cortar el exceso. Pinchar unas 20 veces con un tenedor y cocinarla a 180ºC hasta que este cocida pero no dorada. Sacarla y dejarla enfriar. Colocarla en la heladera para enfriar por completo.
Paso 2: los huevos y la panceta
Batir los huevos, agregar un chorro de crema de leche y condimentar con sal, pimienta y nuez moscada.
Cortar la panceta en lardones, es decir en bastoncitos. Si son perfeccionistas los pueden blanquear : ponerlos en una cacerola, cubrir con agua fría y poner a hervir. Retirar y secar. Cocinar los lardones en una sartén sin agregar grasa (ya tienen), hasta que queden bien dorados. Pasarlos en papel absorbente para sacar el exceso de grasa.
Sacar la masa del a heladera. Disponer sobre la masa los lardones cocidos. Cubrir generosamente con la preparación de huevos y crema.
Cocinar al horno (180ºC ) hasta que quede la quiche quede bien dorada.
Se puede comer caliente, tibia o hasta fría, acompañada por ejemplo con un mezclum de lechugas. Simple. Espectacular.