viernes, 24 de diciembre de 2010

El pan dulce de la abadía

Si están cansados de los panes dulces de supermercado, o de las cosas miserables que elaboran ciertos panaderos, ahí va una recomendación : hay que pensar en los monjes (o monjas).

Nunca me cansaré de decir lo importante que fue para la gastronomía todo el laburo realizado por los monasterios y abadías, en muchas partes del mundo. A los monjes se les debe una cantidad increíble de inventos culinarios y de recetas inolvidables: quesos, dulces, caramelos, alfajores, vinos, cervezas, licores... Se dice que hasta el champagne fue una creación monástica del famoso Dom Perignon.

Lo interesante con los monasterios es que mantienen muy alto el nivel de calidad. Nuestra época industrial, dedicada siempre a la reducción de los costos en el rubro alimenticio, nos ha acostumbrado a consumir productos que son poco naturales, y que ya no tienen tanto gusto. En el caso del pan dulce, he visto demasiadas horrores con cubitos de fruta falsa, masa depresiva y carencia dramática en frutos secos (2 almendras, una nuez y ya tenés tu pan dulce).

Frente a todo esto, los monjes y las monjas siguen con la linea de siempre. Que estemos de acuerdo o no con sus convicciones, no se puede negar que generalmente su preocupación mayor no es reducir sus costos de producción para maximisar las ganancias: trabajan porque forma parte de su vida espiritual, y porque permite traer algo de dinero a la insitución. Y nada más. Entonces siempre tenemos, con ellos, productos naturales, fabricación artesanal, procedimientos lentos y cuidados...cosas ricas para resumir.

En este sentido, el pan dulce de las monjas benedictinas de la Abadía Sta-Escolástica es un canto a la vida: pura calidad, frutas de verdad, confitadas, secas, una masa sabrosa, un pan dulce que tiene peso en la mano. Habría que compararlo cara a cara con un pan dulce de supermercado, para avergonzar los ladrones industriales. Este pan dulce, la Noche Buena se lo merece.

Yo lo conseguí en capital, en la vinoteca Entendidos (Virrey del Pino 2553). Sale $70. Es caro, pero bueno. Una vez al año, está bien darse el gusto... Ah y esta vinoteca merece también una mirada ya que tiene unas etiquetas no tan fáciles de encontrar: bodega la Azul, entre otros...

No hay comentarios:

Publicar un comentario